dimarts, 5 de maig del 2015

''Si no ponemos un final a las guerras, las guerras nos pondrán un final a nosotros.''

Era una buena cita con la que empezar mi primera entrada, aunque quizá no sea el tema principal del que quiera hablar hoy.

Me estoy volviendo una euroescéptica, y es una realidad. Antes me asombraba la gente que decía que no cree en la Unión Europea, que realmente no nos aporta nada de bueno. Tras algunos de los últimos incidentes he empezado a ver a la UE como un punto de inflexión. 

Todo empezó cuando vi las noticias. Me gustaría dedicarme al Periodismo en un futuro, así que suelo empaparme de cultura, de todo lo que veo. Me horrorizó conocer aquella noticia que decía que muchos estudiantes de la Universidad de Kenya fueron asesinados por el EI. Esa noticia ocupó un pequeño espacio del diario en línea, y al cabo de dos días no hubo ni rastro de ella. Había desaparecido. Y es que parece que aquí le damos la espalda a todo lo que no sea europeo o norteamericano. 

No es la primera vez que pasa: Tampoco se le ha dado la misma importancia a los náufragos africanos en el mediterráneo que al avión estallado de Germanwings (y ojo, no estoy restando importancia a este último, pero el número de muertos es más que similar). 

La UE me parece que está empezando a querer adoctrinar a todos sus estados. ¿Cómo pretendes fomentar la paz, el comercio sin fronteras, el fin de las aduanas... Si un solo país es capaz de vetar la entrada a otro? Si no pensemos en Kosovo, España no lo reonoce; ¿qué pasaría si quisiera entrar en la UE?

¿Por qué vetar los derechos de una nación en convertirse independiente? ¿Qué tiene de malo la independencia? ¿Por qué tantos mareos?

Mucha paz y mucho hermanismo, pero seamos sinceros, en la UE hay una jerarquia definida, y en la parte de arriba tenemos a la Merkel y su querida Alemania.

Nuestro mundo no es perfecto, y tampoco pretendo que lo sea. Pero es un hecho real que existe un racismo más allá del verbal, y es el de naciones. Todo lo que está fuera de Europa, todo lo que no es Norte América... No existe. Simplemente desaparece del mapa. Tiran la piedra y esconden la mano. Es el tercer mundo.

Quizás olvidan que los europeos colonizaron África durante el siglo XIX y produjeron una superpoblación. Quizás olvidan que este hecho provocó que se alteraran los recursos naturales, que hubiese una insuficiencia de alimentos. 

Pero tal y como llegaron, con la independencia de respectivos países se fueron. No, no digo que sea culpa nuestra la situación de África actual. Pero tampoco podemos exculparnos. Que vivan en situaciones de pobreza o en guerras civiles debería ser un hecho que nos preocupara a todos.

No, no podemos ser sus héroes, ni debemos serlo. Pero deberíamos ayudarlos a evolucionar, a seguir hacia adelante, hacia la alfabetización, hacia los derechos de la mujer, ¡hacia los derechos humanos! Nada de lo que ocurre debería ser digno de nuestra ignorancia. ¿Qué nos hace humanos, mirar cómo se matan entre ellos? La naturaleza humana es mucho más que matar, y consiste en ayudarnos entre nosotros, en impulsarnos hacia la mejora, hacia nuestro destino.

¿O es que nadie actuará contra el EI hasta que llegue a Europa? Entonces todos correrán a la frontera, ¡maldita sea! ¿Nadie recuerda el caso del ébola? Llegó a Europa, se trató, se curó y nunca se volvió a decir nada más.

Quizá sería bueno recordar que el ébola sigue matando cada día en África.